jueves, 25 de mayo de 2017

[el cerebro plano como la tierra]

hoy me dijeron que no debo participar en el proceso creativo por que soy ingeniero y me encanta seguir las reglas, justo después de que sugerí usar salsa mil islas para pintar un dibujo.

la verdad es que el estereotipo es cierto, los ingenieros somos masas inmutables por que hablamos con álgebra y números que siempre dan lo mismo. somos tan aferrados a estas convenciones que cuando nos atoramos, seguimos las reglas yendo ida y vuelta a un universo donde el tiempo no importa más. otros más aburridos hacen cosas como la n-dimensión, que ni el soñador más grande después de 18 marihuanas con yoko ono y joan sebastian podría concebir (quedar preñado), por que sobrepasa la evolución de nuestros mismos cerebros. vaya parva de cuadraditos, ¡qué estúpidos!, solo una persona con un cerebro perenne inventaría algo.

las ideas pueden representar todo, siempre y cuando puedan hablar por si mismas; una idea mediocre significa poca relevancia, en su definición más noble: pendejismo. cuidaos del pendejismo, que llega como ladrón en la noche. un tercio de europa ya se murió una vez por que la gente vivia junto con su caca, como si fuera un osito de peluche, pero de popó. el pendejo es la epítome del siglo 21, se supone que debería ser una versión actualizada del ilustrado, pero eso ya pasó de moda.

el pendejo es necesario para que la gigantesca rueda de ratón que nos rige siga rodando. tomemos por ejemplo el robot-origami-comestible, y es justo lo que su nombre indica; obviamente nadie se tomó la molestia de consultar a algún triste poeta o algún equipo de tres millones de productores que escriben el sabor del mes que suena en la radio. este aburrido robot comestible que colorea perros de color café y baila regetón se creó para atender el alarmante número de casos de gente que traga pilas. ¿en verdad es necesario salvar a estos pendejo? dicen que hay muchos bebés y niños que hay que salvar, pero estoy seguro que van a crecer para ser un adulto que traga pilas, en resumen: un traga-pilas. ¿acaso pensaron que lograría algo más? no, siempre habrá alguien que se encarge de mantenerlos vivos a todos porque el pendejo es necesario para que el mundo se mueva. necesitamos la deuda, el futuro y el amor; todo con su bello toque de mediocridad, ese que le da sabor a la mercadotecnia.

el cerebro es quizás lo más increible que poseemos y aún así toda civilización ha desarrollado algún alcohol para matarlo poco a poco. ¿qué hay en nuestro subconciente?, ¿qué hace a nuestras células sobrevivientes decir 'dame más'? ¿por qué tantos artistas se suicidan? para el budismo el premio es dejar de vivir y dejar de pasar por esto, lo cual se logra sólo al alcanzar la iluminacion. muchos escogemos el camino fácil y nos matamos poco a poco, que nos guste aunque nos raspe. el drama y las pendejadas nos mantienen vivos, vivos pero inmóbiles.

nótese también que el lenguaje no garantiza ninguna idea, por eso tenemos habladores y por desgracia gente que los escucha. una persona que es capaz de hablar sin decir nada solo hace ruido; ya tenemos máquinas que hacen eso, confirmando la idea de que nadie es escencial. no basta solo con hablar con citas de carl sagan, hay que hablar sobre los hombros de gigantes, o mejor, sobre los hombros de piratas, i.e. ser el pirata que se posa en el hombro de otro pirata para elevar así la piratería [cit. needed].



supongo que a los que nos lavaron el cerebro con una ideografía de plasticidad suficiente para hablar por el universo conocido y por conocer no debiera permitírsenos colorear ni nada de esas cosas; no cometamos la pendejada de pintar adentro de las lineas.

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