domingo, 2 de octubre de 2011

No hemos tenido suficiente.



La semana pasada solo habría pensado en si llovía o no, o si el café estaba demasiado quemado como para darle una segunda oportunidad cuando se oyó un gran estruendo y que para mi sorpresa entraba por la ventana un pequeño piano que a medida que avanzaba hacia mi rostro no distinguía si se iba convirtiendo en un trío de marimba, tarola y clarinete o bien, un combo tropical; al final se acomodó en mi regazo y me dijo –“hay mucho por lo que la gente que no tiene nada que decir escribe mucho, ¿dónde has quedado tú?”. No supe si fue un reto o los desvelos estaban cobrando su cuota y pensé en un principio que debía ignorarlo y así, todo lo que conlleva.
A la mañana siguiente me encontraba a la deriva de la lucha entre el quedarme sentado o quedarme acostado cuando me di cuenta que en realidad no había escrito ningún libro. Entonces arranqué en una racha de furia literaria y antes de darme cuenta llevaba los capítulos I, IV, VII y XII del que sería el libro fenómeno del año.
De la nada me llegaban mails de Vasconcelos exigiéndome la exclusiva de mi obra, aunque no estaba seguro de querer publicar con una editorial federal en la que me tardaría mucho en crecer aunque significara apadrinamiento y ventas seguras por parte de primarias y para algunos mítines. De todas formas negué su oferta porque querían que publicara a nombre del gobierno federal en lugar del mío, aparte de que según la Wikipedia Vasconcelos en ese entonces llevaba varios años muerto.
Así que mejor decidí llevarlo de la forma que nos enseña la secundaria, el orgulloso self-release via electrónica y mal impresa detrás de panfletos comunistas para distribuirlo a quienes merezcan leerlo.
Pero la historia se torna curiosa al empezar a llegar las respuestas del público, sobre todo de cierto público ya que empezaron a llegar felicitaciones y peticiones de algunos individuos del medio.
Sony BMG me escribía rogándome permitiera el lanzamiento de mi libro  en audio leído por Morgan Freeman, quien dijo estar dispuesto a dejar de narrar Through the Wormhole para dedicarse de lleno al proyecto; pero ha quedado en negociaciones ya que las calcomanías que acompañarían el boxset no han sido de mi agrado. También otras revistas como La Atalaya, Proceso, Letras libres y Verbum han solicitado les deje publicar pequeños párrafos de mi obra, o bien que me una a su equipo redactor para rediseñar sus tablas de contenido y sus portadas, pero decidí empezar con cosas más pequeñas y me uní al equipo de la Revista de Literatura Mexicana Contemporánea como chofer redactor y miembro de la Alta Cámara Secreta de Los Cuentos Secretos.
 Todo ocurrió muy rápido y no he podido comer ni dormir por lo que he desatado en el mundo de las letras; algunos grupos religiosos me persiguen porque dicen que he vaciado sus templos, diputados quieren hacer campañas con mi casa, pero cerré las cortinas y no pueden encontrarme, también me ha llegado la frustración de todo aquél al que parece ha llegado a la cúspide de lo que puede hacer y no hay ni una pequeña idea de cómo seguir subiendo.
No tenía nada que me calmara y en un desato de locura he roto la mayoría de mis posesiones violentamente y luego las regalé a los pobres, claro, rotas; y paso la mayoría de los días sentado en el rincón de mi cuarto vacio, sucio y sin hacer ningún ruido en la oscuridad, con nada más que esas trusas blancas propias de un loco.
A veces me aventuro a salir a la cuadra en busca de comida, un refresco o alguien con quien hablar, pocos me conocen por cómo me veo o por mi voz pero cuando los veo leyendo mi panfleto prefiero alejarme, para no encontrarme con mi obra, la que me ha hecho esto.
La fanta naranja es un instante de alivio y sentarse en una banqueta a oler el picadillo y el arroz que prepara una madre es la forma en que me acuerdo que no debería estar en trusa de loco en la calle. No puedo destruir lo que he hecho y muy probablemente todos estarán esperando mi siguiente movimiento, pero qué puedo decirles, no necesito escribir nada más, solo a alguien que pueda escuchar mi basura y tirarme otra de vuelta.

Reseñas:
-★★★★★-
Nunca había leído tal cosa desde La República de Platón, Toño nos ha transportado a un mundo en el que todo lo importante se encuentra ausente por que la prescindibilidad del ser se ha perdido para siempre y la proposición de un nuevo estado habitacional nos conmueve hasta la última página. Por cierto, la bandera de mi país ya no es roja con amarillo, digo, para que sepan.”
-Vladimir Putin
Presidente de la Federación de Rusia

“Sin duda todo mi andar en el camino de las letras ha sido un desperdicio de tiempo. Ahora en retrospectiva veo la ridiculez de mi obra que no es el libro de toño, cada mañana me levanto y me golpeo el rostro mientras lloro en la regadera porque me han dado tantos premios y la gente me quiere mucho por mis errores”
-Don Gabriel García Márquez
Premio Nobel de Literatura 1982

(12/10)
“Desde que vi a mi asistente llorando en la tumba de su padre en mi Chevrolet Camaro Super Sport, con un libro en la mano se lo arrebaté y me fascinó desde el momento que lo tuve frente a mis ojos digo, está impreso en volantes y puedes ver propaganda original del PMS de aquél México de mis recuerdos.
No digo que éste sea el acontecimiento más grande pero sin duda es el acontecimiento más grande.
Quiero que toño me firme mi cachucha de ET.”
-Steven, S.
Director y productor de cine.
“Todos recordamos aquellos tiempos en que soñábamos con cambiar el mundo por nuestros propios medios, Praga lo demostró y el libro de toño sin duda fue el fundamento sobre el cual se ha llevado a cabo cada lucha que defiende a los débiles y sueña con un mejor mañana. De ahora en adelante lo llevaré siempre en mi corazón y hay de aquél que no lo escuche.”
-José Emilio Pacheco
Escritor y miembro honorario del a Academia Mexicana de la Lengua.

“No sabemos de dónde ha venido pero estamos muy contentos de tenerlo aquí, siempre llega a tiempo y tratamos de ayudarlo ahora en este su lanzamiento. Cada vez que leo de nuevo el libro me dan ganas de reconciliarme con mi padre y velar por mis deseos más oscuros, simplemente el manejo extratemporal del tiempo siempre me deja boquiabierto y con un pequeño sonido que no puedo evitar que salga de mi garganta. Algún día todos aprenderemos algo de esto”
-William James Murray
Presidente de la Alta Cámara Secreta de Los Cuentos Secretos.