jueves, 31 de diciembre de 2015

Salomón y las fracciones

Un dia le fueron presentadas al rey Salomón dos mujeres que discutian sobre un niño, el sabio rey les preguntó por qué era la pelea.
-Mi rey, - empezó la primera mujer- esta mujer y yo vivimos en la misma casa. Yo di a luz a mi hijo y dos días más tarde ella también dio a luz al suyo. Una noche, el bebé de ella murió. Pero mientras yo estaba dormida, ella puso su bebé muerto a mi lado y se llevó el mio. Cuando desperté y vi al bebé muerto, noté que no era el mío.
-Ni madres, - dijo la segunda mujer - el muerto es el tuyo y el mio es el vivo.
Entre los gritos de las mujeres, el sabio rey pidió una espada y dijo: -Corten en dos el bebé vivo, y den a cada mujer la mitad.
Las dos mujeres dejaron de discutir.
- Mi rey, pero... ¿como va esto a arreglar algo? - dijo la primera mujer.
-¿En qué mente cabe cortar un bebé? A ver, ¿quien puede pensar que esto es una buena idea? - dijo la segunda mujer.
-Bueno, yo... creí que la verdadera madre... no iba a dejar que... - dijo nervioso el rey.
-Que, ¿que solo la verdadera madre no iba a dejar que cortaran a un bebe por la mitad?, ¡como si fueramos alguna especie de loca que pudiera vivir feliz con medio fiambre de niño!- dijo la segunda mujer.
-Señor, debe admitir que es un método muy poco ortodoxo.- le susurró su concejero al rey.
-¡¿Y yo como iba a saber que las dos mujeres se opondrian?! Estamos en 940a.c. los niños no valen nada. - dijo el rey.
-¿"ace" señor?- preguntó el concejero.
-Nada, no me hagas caso. - le respondió Salomón. - Ya sé como arreglar esto, cortaremos a ambas mujeres por la mitad y el niño le será entregado a una nueva mujer formada por una mitad de cada una de las mujeres originales.
-No lo entiende, ¿verdad señor? - preguntó el concejero.
-¿y si cortamos al niño en tres partes iguales?- preguntó el rey.
-¡Ya basta con sus cortes! Denme a mi hijo y arresten a esta mujer - dijo la segunda mujer.
-¿Y bajo qué cargo?- dijo el rey.
-Confabulación, no guardar el sábado y por querer cortar al bebé por la mitad. - dijo la segunda mujer.
-Esa idea era del rey. - dijo el concejero.
-Mi señor, ¿qué debo hacer? - se dijo el rey Salomón. En ese momento una voz estruendosa se oyó en el recinto.
-Córten al rey por la mitad y dénselo al niño vivo. - dijo la voz.
- ¡Traigan la espada!- gritó el concejero.
Salomón, asustado, no pudo decir ni una palabra cuando un guardia de la corte ya le habia bajado la cabeza y estaba por desenbainar su espada cuando se oyó la voz de nuevo:
-¡Esperen!, en vista de su ciega obediencia he decidido premiarlos a todos.- Todos en el salón gritaron de alegria, cosas como "¡Eeeeh!" y "¡viva!"; Salomón suspiró aliviado. -¡Oigan!, -siguió la voz- ¿que no me escucharon? Dije que corten al rey por la mitad y se lo den al niño vivo.
-Pero Señor, ¿no nos dijiste acaso que esperaramos y que nos premiarás por nuestra obediencia? - dijo Salomón.
-Si, pero nunca dije que cancelaba mi orden, o es que acaso no quiereen... ¡un maravilloso juego de sala-comedooor!
-¡Córten al sabio rey Ralomón!-ordenó el concejero.
El guardia desebaino su espada y tomó al rey por las greñas.
-¡Esperen otra vez!- dijo la voz.
-¡No!- Dijo el concejero.
-¡Sí!- gritó el sabio rey.

De la entrada del recinto entró un viejecillo sonriente.

-¿Quién es usted, oh viejecillo? - Preguntó el concejero.
-Yo soy quien no es. - Todos se miraron confundidos.
-¿Entonces no es... un viejecillo?- respondió el concejero.
-No, yo no soy. - dijo el recién llegado.
-¡Ya basta!,- gritó furioso Salomón. - ¿es esto acaso una burla a las escrituras?, al que no haya entendido esta ofenza será enviado de vuelta al catecismo, ahí será el llanto y el rechinar de dientes. Usted quien no es, ¿qué negocio trae a mi corte?
-¿Yo?
-Noooo, el que es. - dijo sarcástico el rey.
-Yo simplemente viajo de pueblo en pueblo causando problemas a cambio de unas monedas, ¿no se le ofrecen mis servicios?
-¿Y para qué queremos más problemas?, peor aún, pagar por más problemas, suficiente tenemos ya con la loca ésta. - dijo el concejero.
-¿Quién?- respondieron al unísono ambas mujeres.
- Los he estado observando antes de entrar y creo que tengo la respuesta a su problema. - En eso el viejecillo hizo sonar la voz estruendosa que la corte oyó hace unos momentos: -¡Aproveche todas las lavadoras automáticas al tres por dos durante toda la Pascua!.
-¿Qué significa "automática"? - Preguntó el soldado.
-En tu solicitud de trabajo decías que eras bilingüe, gentil ignorante. - le dijo el rey. - Ahora, ¿podrías soltar a tu rey?.

El soldado lo dejó caer y el rey se levantó apurado arreglándose el tocado. Despues exclamó:
-Parece ser que este problema ha superado mi propia creatividad.
-Señor, recuerde el anillo. - Le dijo su concejero al rey.

Salomón recordó su anillo de poder, la verdad era tan legendario que ni él estaba seguro de que fuera real. Viendo al anillo lanzó la pregunta:

-¿Cómo podremos encontrar la verdad?

Entonces una voz femenina inundó la sala: -Si desea contactar a un demonio concejero recite la invocación correspondiente, si desea contactar a un demonio rey realize su sacrificio correspondiente, horarios y servicio de catering sacrifique 2 gorriones, para operadora sacrifique un pescado o espere en la línea.

Mientras sonaba la música de espera, música demoniaca, todos esperaban nerviosos la acción del rey.

-Senor, - dijo el concejero - ¿no va a solicitar algún demonio?
-Si, pero esperaré en la línea, no puedo hacerle sacrificios a cualquiera.

Entonces se oyó una voz ronca y poderosa.

-¿Quién se atreve a contactar a los vasallos de la oscuridad en la hora de comida sin un sacrificio digno?
-Yo, el rey Salomón, no ofreceré sacrificio alguno ya que cuento con la suscripción de mi sello real, no puede verme pero esto alzando mi anillo en señal de poder.
-Ya hemos escuchado de ti sabio rey, o deberia decir, chafo rey, nosotros podemos verlo todo, veo como estás parado de puntitas levantando tu anillo como si significara algo.
-Pues significa que estas bajo mi comando en nombre de quien me coronó rey.
-¿Enserio?
-Sí, es el poder de mi legendario anillo.
-¿Entonces la historia es real?- Preguntó confundida la voz demoniaca y después de ciertos murmullos de diferentes lenguas se dirigió a Salomón otra vez. -De acuerdo, parece que sí, su sucripción del sello real nos somete a la realización e interrupción de tareas y a responder preguntas, de acuerdo, ¿cuál es tu pregunta?
-Creí que ustedes lo veian todo y sabían todo. - dijo el rey.
-Es parte del protocolo, para el control de calidad del servicio, digame cuál es su pregunta.
-Estas dos mujeres aquí claman ser la madre de este niño y no sé como averiguar quién es la verdadera madre.
-La respuesta a tu problema es sencilla, manda cortar al niño por la mitad y la madre que se oponga...
-No, no, no, no, no. - Interrumpió Salomón. - Ya probamos eso, además todos están oyendo, tu plan no funcionaría de todos modos.
-Bueno, ¿ya intentaron cortar a las madres?
-También.
-Me temo entonces que no puedo ayudarte más. Si deseas puedo dirigirte con un demonio superior.
-¿Qué? ¿Con quién estoy hablando que no puede responder mi pregunta? - dijo indignado el rey.
-Oye, yo tan solo llevo 5 millones de años aquí, nunca habia escuchado esa pregunta, si quieres puedo dirigirte con un demonio superior o puedes dar por terminada la sesión.
-De acuerdo, comunícame con Buer.
-Salió a comer. - dijo el demonio.
-¿Cuándo regresa?
-Salió hace dos mil setecientos años, ya no ha de tardar.
-Bueno, lo espero.

El demonió dejó el canal en espera y empezó a sonar una horrible música de espera desde las entrañas más profundas de la oscuridad.

-¿Mi rey? - se acercó el consejero.
-¿Si? 
-¿Y si cortamos alguna otra cosa?
-Cortemos esta historia tan tonta. - dijo el sabio rey.