domingo, 24 de noviembre de 2013

We Almost Lost Detroit.

En este pequeño inodoro...
                                
                                   me cago en tu leitmotiv.


martes, 12 de noviembre de 2013

Paraiso Gangster

20 Pesos no te alcanzan ni para los delincuentes,
o bien pueden hacer que el tormento dure un dia más.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Te Odio Dr. Perro

¿Cómo puedo decir algo más que el mismo título?

Te odio Dr. Perro.

Llegaste justo a tiempo para acabar con lo que quedó; llegaste y te tomaste la última cerveza, te fumaste el último cigarro; ya no hay más daño que me puedas hacer, ¿o sí?. ¡Claro!, puedes dejar abierto el refri para que los lacteos se vayan a la chingada o ¿por qué no mejor me rompes una ventana para ver como cae? o mejor aun, rómpeme cada vertebra de mi cuello, digo, aún queda un poco de mí para que te lleves.

Sé que tu intención no es hacerme esto, pero veo como lo disfrutas, te ries mientras me despierto asustado, te encanta cuando me quedo encerrado en la regadera inmóvil, esperando a que me rinda.

¡Por que yo te ví!, sí, ahi estabas, te vi a la orilla, sonriendo mientras perdía el control y los faros volaban. Pude haber muerto yo, pudo haber sido aquel taxista o un camión lleno de infelices rumbo a Torreón; eso te hubiera encantado. No fuiste el culpable, lo sé, pero te encanta que suceda todo esto, por que me lo dices, me lo susurras.

"Sé que no estas muerto"- me dijiste aquella vez, y por eso es que te diviertes tanto conmigo; por que no muero, ambos sabemos que no lo voy a hacer, soy tu juguete favorito y lo mejor de todo es que no soy desechable. Aquí estoy, sin poder huir, estás aqui conmigo, viendo cómo escribo cuánto te odio, y aquí estás tú, gritándome al oido sin que yo diga ni una sola palabra, callado, vivo.

A tí y a mí nos encanta el caos, de eso estamos seguros, ¿pero hay acaso alguna forma de pelear aquí? no me escuchas, no puedes, aunque prefiero que no lo hagas, así podré volverme loco yo solito, hasta que ya no puedas hacerme nada.

 Eres un sueño que no viviste, hablas de cosas que jamás te pasaron y sin embargo duelen; eres la canción que Elvis no quiso cantar, eres el sonido falsamente atrapado en una cinta magnética, nadie estaba esperando por tí por que ya hubo muchos como tú y tu voz atrapada me arde en el cerebro, pero lo peor de todo es que no quiero sacarla, me gusta como me desgarra, quiero estar sufriendo con tus palabras, me gusta sentirte rascando la carne viva cuando me platicas de aquella vez que todo andaba bien, de cuando me dejabas ser; por que no sé que quieres de mí, solo no se te ocurra morir.


Gracias.