viernes, 19 de agosto de 2011

Cuarto día en Dornbirn

El texto siguiente está en primera persona, no se enojen.
En realidad hoy no es el cuarto día, pero blogger no me permitió publicar ayer...
Así que ahí va la tercer entrada.

Me he dado a la tarea de conocer este lugar... mercados al aire libre, la estación de autobuses, la estación de trenes, la Iglesia de San Martín, mi futura escuela, entre otros varios lugares.
Explorar por mí cuenta ha sido un reto. Tener como experiencia lo que es andar por las calles en mi propia ciudad lo hace más difícil ya que me hace temer de este lugar sin conocerlo. Sin embargo hoy ya fue la segunda vez que me aventuré a las afueras y todo ha salido bajo control.
Hoy compré mis víveres: Leche, queso, cereal, mayonesa, y champú (error de semántica).
Hoy a su vez me tocó conocer a tres personas cuyas nacionalidades coinciden con las de los amigos extranjeros que formé en Monterrey (Dos coreanas y una rusa). Las tres son muy amables. Las acompañé a hacer el súper en Messepark, el mall más grande en Dornbirn, pero en Monterrey sería equiparable con Plaza la Silla (No me aguanto la risa, jajajajajaja).
Kristina y yo nos perdimos rumbo a Fachhochschule así que pedimos indicaciones a un par de ancianos. Como ninguno podía respondernos en inglés, muy amablemente, nos presentaron a otra anciana que nos indicó todo a la perfección.
Llegando a la escuela nos encontramos con Michelle y con Min. Visitamos el departamento de cosas internacionales y nos indicaron el autobús que había que tomar para llegar a Messepark. Los autobuses son de lo más elegante y moderno. Ayudé a Kristina con las bolsas de sus compras. Finalmente nos regresamos en otro autobús. Me di cuenta de que las chicas gozan de un poder adquisitivo tremendo (eso de pagar con 100 euros el súper en el segundo día de estancia dice mucho de una persona), yo por el otro lado, debo ser un poco más cuidadoso con mis finanzas personales.
Yo no hice compras en Messepark porque en la mañana fui a una tienda de abarrotes mucho más cercana a mi edificio en Moosmahdstrasse. Eso sí... los precios eran un poco más elevados. Pero valió la pena puesto que desayuné un buen emparedado de atún con queso gouda.
El día de hoy empiezo a extrañar a mi familia y amigos. No conforme con las videollamadas sigo con ganas de poder verlos en persona y compartir un abrazo. Es difícil, pero se pasa a ratos.
Estas tres nuevas amistades me motivan en mi estancia en Dornbirn. Mi compañero de apartamento todavía no llega. Parece ser que hasta mañana. Con suerte podremos ser también buenos camaradas, y con mala suerte podremos ser los peores enemigos, y saben, como Batman y el Guasón. 
Andar por una ciudad donde todo es alemán me tensa un poco. Sin embargo mis compañeras insistían en mi ayuda puesto que ellas no tomaron el curso básico de alemán que yo tomé en el campus Mederos de la Uni (Gracias Uni). Lo que me convirtió en el más apto para relacionarme con el pueblo. Hemos sobrevivido. Procuro utilizar la mayor cantidad de palabras en alemán y alejarme del inglés siempre que interactúo con la gente de Dornbirn.
¿Origami?
Por supuesto que he hecho, pero muy poco.
El lunes a penas comenzará mi semana de inducción. Pero el tiempo se ha pasado muy lento. Muy, muy lento. Mi horario de dormir está por sin ningún lado. Duermo durante el día y despierto durante la noche. Espero hoy poder dormir adecuadamente.
Todas las personas a las cuales he pedido ayuda, hasta ahora, han sido muy amables conmigo. Varios de ellos incluso sonríen. Creía que los europeos eran un tanto más fríos.
Me desespera la ausencia de tacto en Europa. Saludar y despedirme de estas nuevas amistades es sumamente complicado y frustrante puesto que aquí dar besos en la mejilla no es adecuado. Los gestos son tan secos y simplones. Necesito tacto. Ya saben, uno de los cinco sentidos.
Les dejó una foto que tomé de mi futura universidad. Es un grafiti que alguien escribió encima de la entrada de la biblioteca (según recuerdo).
Tschüss.

miércoles, 17 de agosto de 2011

La Lucha del Jueves

Un jueves cualquiera y piensas que el mundo se detiene un rato para dejarte
saborear tu dia, sin saber que en realidad se olvidó de girar por que está muy
ocupado preparando una gran cantidad de catástrofes para ti y tus seres queridos.


No es que un espíritu fatalista te haya cubierto con su manto
y espere a que estés distraido para molerte a palos sino que espera al 
momento en que puedas decir "lo sabia", que lo veas venir y busques a tu mejor
amigo para apoyarte y planear tu defensa pero al voltear a verlo te das cuenta 
que no es mas que un hombre cerdo o que ahora está a punto de aventarte ese pájaro
muerto que viste en el estacionamiento, te quedas sin palabras y solo puedes oir
llantos desgarradores que gritan "¿me pueden contestar una encuesta?" o
"¿me prestas 10 pesos para un bote de agua?"


Es difícil saber cuándo será el día, por que todos los dias lo esperas y todos todo
tiempo saben que estás aguardándolos para atacar en el momento que más esperes y que
siempre será en el que te encuentres más indefenso. No tienes más armas que tus
oidos, tus ojos, tu lengua, tu corazón; en una palabra todo tu ser para ver si en dado
caso pudieses caer de pie.


Empieza con una jornada que pensaste que seria de rutina pero mientras pasa te asustas
y piensas si en realidad has hecho estas cosas antes; por que no siempre habia sangrado
o no siempre estaba frio, te acuerdas que la gorra del guardia siempre habia sido
azul y no sabes por que ahora lleva un sombrero de 4 galones o por que el elevador ha 
cambiado sus botones con numeros por botones de camisas, entre otras cosas.


La oficina tiene un peculiar olor a 2do tiempo en una cena de boda y el gordo con 
barba de candado que se sentaba en la esquina no ha venido a trabajar, ¿estará muerto?
¿estará con su familia? no lo sabes, solo puedes tener la seguridad de que 
en algún lugar sigue siendo el gordo que trabaja en la esquina.


Tus audífonos te llevan a un mundo fuera del trabajo, aunque no puedas escapar pero cada
que te los colocas oyes risas y esa voz de novelas de televisa y solo te puedes llenar
de pavor. El reloj está atorado, observas el segundero y ahora se ocupan 2 litros de segundos
para completar un minuto, sabes que la hora está cerca pero no se siente así.


"¿dónde están los superheroes?" te preguntas mientras que el sistema te dice que has
cometido un error de newbie capturando un dato incongruente y todo tu trabajo de los
últimos 10 minutos se borra y solo puedes presionar un botón que dice "Aceptar";
por que es lo que ellos quieren, que aceptes tu supuesto destino y que notengas más opción
que volver a empezar un camino que no deberias seguir.


Pero te tranquilizas, eres muy fuerte como para dejarte vencer y todos los espíritus de
los grandes guerreros se anidan en tu pecho y te vuelves un harrison ford con el revolver
del sucio harry con el afro de samuel jackson (en el revolver) y 
el bigote charles bronson (en tu cara).


Termina la jornada, pero no el dia. Ahora un amigo te espera en la escalera para
decirte que tienes problemas, el peso pierde frente al dolar, las pequeñas empresas no
consiguen microcréditos y el carnicero amenaza con cerrar y poner un cibercafé. 
Volteas a tu alrededor a ver a los caidos, mujeres sacando a sus bebés de los escombros
de lo que era su futuro y banderas llenas de sangre que defendian la verdad y 
un estacionamiento que valga la pena y escuchas un ligero murmullo que se apaga
en el silencio... "hasta la victoria siempre" y continuas con la lucha del dia a dia.


Mucha gente te dirá que no vale la pena y te dice que si eres valiente intentarás
cambiar el mundo por que ellos dicen poseer al mundo pero no debes entrar en su juego.
Intengarán quitarte tu wifi y tu risa para que sigas presionando ese botoncito que dice
"Aceptar".


¿A dónde correr? los libros nunca te dijeron nada acerca de esto. Estas en medio del
escenario y faltaste a todos los ensayos, nisiquiera sabias que iva a haber una fiesta
con el elenco después de todo esto así que debes moverte con cuidado y eliges tu 
siguiente jugada. Evitas los obstáculos, trazas tu camino y esquivas esos momentos de 
"te lo dije" y "señor, no puede hacer eso aqui" para poder seguir una hora más,
un instante más.


Al final se baja el sol, mañana será otro dia y es hora de recapitular.En el camino
te saluda un conocido en bicicleta, hay comida en la estufa y olor a cigarro en la
puerta, se tomaron tu caguama pero te trajeron papel del baño; te pones en alerta
por si aún quedan enemigos por hoy, pero la lucha ha tomado una pausa.


Recibes un mensaje:
"...sabotearemos otro libro y gritaremos en el megáfono..."


Y así sabes que no eres el único que queda; curas tus heridas y te preparas 
para las nuevas. 


Al final recuerdas, que nisiquiera es jueves...



lunes, 8 de agosto de 2011

Prólogo

La gente me pregunta
¿cómo seria si yo escribiera un libro?
para hablar de mis andadas,
mi pasado, lo vivido y mis caminos
que si el mundo me los dio
o si acaso yo los he pedido
no lo sé, me trae sin cuidado 
que si acaso sólo de uno
me he fiado en tomar su mano.

Armado con palabras, no con balas
tú que dices que nos matas y nos robas
por que así te da la gana,
ahí no hay nada, más de lo que hablas
que el respeto no se compra,
por que uno se lo gana.

*APLAUSOS, OJOS CON MIRADAS HIPERRELISTAS, LLANTO, DESESPERACIÓN, DESASOSIEGO, ÚLCERAS*

La inauguración de este blog comienza, como seguramente ya lo habrá leído usted, con éstos significativos versos increíblemente ordenados. Evidentemente fueron elaborados por uno de nosotros (el más alto).
Debemos dirigirnos al lector y ser corteses, de vez en cuando, claro. Así que lo más prudente sería comenzando por decir que alguien llora por tí y se lamenta por cada paso que llegas a dar.

Muy bien, uno de nosotros regresó a la universidad el día de hoy, el otro en cambio se prepara (todavía) para su próxima partida al viejo continente, y pues, la verdad parece tener mucho sentido este nombre, puesto que su población es predominantemente quincuagenaria. Esperamos de todo corazón que este viajero encuentre personas, y más aún, amigos, no tan viejos.
Este espacio textual nos servirá a cada uno de los dos (porque, en efecto, somos dos los autores) para narrar lo que queramos.
Vengan aquí todos ustedes lectores, los cansados y agobiados, que nosotros intentaremos aliviarlos. Repito, INTENTAREMOS. Esto último quiere decir que no haremos todo lo posible.