miércoles, 2 de abril de 2014

La Papa

Dale play, igual y queda con la historia.
Estaba en las grocerias (grocery store) cuando en el área de a granel veo la alberca de frijoles para ver que sí, hay una papa en medio de todo, rompiendo el orden. En verdad no sabía que podía estar haciendo una papa ahí, no había nada para ella en ese lugar, y pensé que era una imagen un tanto interesante, una papa a la deriva en un mar de frijoles.

Tengo que tomarle una foto, pensé, se la mandaré a ella con un pie de foto como incomodo. Claramente se trataba de una imagen que refleja incomodidad y de cómo uno puede sentir que nunca encaja; si, sera genial.


Pero había una pareja de ancianos frente a los frijoles, me quitaban el ángulo que yo quería y no se movían por que la mujer no sabia como imprimir la etiqueta para la comida para pájaro por kilo que quería comprar y no había ningún empleado cerca. ¿Como hacer que se movieran sin ser grosero?, no puede ser tan complicado imprimir una etiqueta y largarse, ¿me atreveré a imprimírselas? No debo parecer un acosador, mmmh si, la granola se ve bien y siempre la ponen en los licuados.


Agarré una cucharada y me acerqué a la bascula.


-No funciona compare.- me dijo el tipo.- Y no veo a ningún empleado a quien preguntarle.
-¿Enserio?- fingí mientras tecleaba el código de la granola, solo faltaba imprimir la etiqueta. Debe haber un botón de "Print" por aquí, tantos años de escuela bilíglota debían dar resultado, no lo había. ¡El teclado ni siquiera estaba en ASCI! Era alguna lengua muerta, ¡peor que el frances!

La tecla "Ctrl", nada, la tecla "Actr", tampoco, el simbolo de "Enter", bingo.

¿O no?

Para mi sorpresa salió una etiqueta en blanco lista para tirarse a la basura o escribirle "Soy un mentecato que no puede etiquetar su propia granola" y pegármela en la frente. Cuando tome el papel un niño me señaló y le dijo a su madre: - Mira mam...- pero su mamá le cubrió la boca y lo saco corriendo del lugar.


Entonces ahí estaba yo, quedaban cerca de 128 teclas por probar, y en realidad quería esa foto. Esta bien, vámonos por orden, la tecla 1. La máquina hizo un ruido que conocía bien e imprimió una etiqueta tal, que no importara donde la colocara nadie podría decir que aquello no era granola.


-¡Eureka! - grite levantando la bolsa de granola, que en realidad eran seis kilos de mangos, pero por la etiqueta nadie se dio cuenta.

- Te damos gracias a ti, oh gran Baal por este enviado tuyo que has engendrado para cuidarnos y guiarnos a lo largo del camino. - dijeron el hombre y su esposa alzando sus brazos al cielo.

El hombre se acerco a la bascula, presiono la tecla 1 y obtuvo su etiqueta de comida para pájaros, la pego en la frente de la mujer y se fueron agradeciéndome sin darme la espalda jamás.

Todo estaba listo, el área estaba despejada y tome la foto. Era excelente, justo como lo había soñado 4 minutos atrás. Me apresuré a conseguir los víveres  que necesitaba y salir pronto de ese lugar.


Llegue a casa y lo primero que hice fue meter la mantequilla y el pollo al microondas, luego me dispuse a enviar la foto esperando poder animar su tarde.

Ahí estaba, la papa confundida, el ser extraño del salón. La escogí y comencé a escribir, pero en la rebeldía de mis dedos obesos y una pantalla táctil capacitiva el telefono se detuvo y cuando pude darme cuenta la foto se había ido, eliminado, desaparecido.

Lloré amargamente pensando que le debía algo a ella, ¿ahora con qué escusa podría llamarla y decirle que algo que ella no esperaba salio mal?


Entonces decidí escribir una ridícula historia para ver si entendía como me siento y el terrible esfuerzo que se acaba de desvanecer.


Fe de erratas:

Después de una media hora explicando el horrible suceso resulta que su teléfono hacia copias de seguridad de los archivos en sus conversaciones. Recuperamos la foto.



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